Por: Guillermo Zafra-yiyozafra@gmail.com
Esta semana el canal Caracol hizo los lanzamientos de una novela,
o mejor una bio-novela, y su ya acostumbrado reality estrella. Por el lado de
la novela lo primero que uno se pregunta es… ¿hasta cuándo con la temática de
los músicos costeños?
Si bien como colombianos tenemos mucho que agradecer a la riqueza
y aporte de la cultura costeña, también es cierto que tanto y tan seguido de lo
mismo aburre. Como bien lo dice el dicho popular… ¡Hasta la belleza
cansaI
La vida de los Morales y en especial la de Kaleth puede que
sea interesante, no lo afirmo ni lo niego, la verdad no me interesa verla, pero
lo que sí puedo afirmar es que no era el momento.
Caracol se equivocó de timing y el rating así se lo está
demostrando. Un lanzamiento bajito en los números con una tendencia a la baja
capítulo tras capítulo.
Ahora bien, sin querer analizar con rigor el producto, se le ve la
economía en el reparto y eso, aunque sea bueno refrescar la pantalla, tampoco
es bueno hacerlo con el grueso del reparto de un producto. Ya que es necesario
mantener el delicado balance entre actores de recorrido y nuevos talentos para
que un producto sea llamativo.
En eso, el canal RCN tiene un largo historial de poner un actor
como protagonista tras un producto en el que estaba de secundario y programar
los dos productos consecutivamente. Esperemos que esa estrategia dé resultados
con los lanzamientos que hará próximamente el ya no tan alicaído canal. Pues,
como lo anunciamos, La ley del corazón era un producto que iba a causar
impacto y así lo hizo, así sus números no hayan alcanzado el primer lugar.
Continuando con Caracol, el segundo lanzamiento que hizo el canal
fue El Desafío, su ya insigne reality que sigue los pasos de Sábados
Felices, cultivando año tras año el reconocimiento de duración en pantalla…
Si es por repeticiones va por buen camino, lo demás deja mucho para revisar.
En lo personal, debo confesar que me parece que el formato perdió
la capacidad de sorprender hace varias ediciones y que los productores incluyen
elementos más fruto de la premura creativa, que de un proceso dramatúrgico
estructurado.
Si hay algo que siempre he afirmado en el manejo de estos
formatos, es la obligatoriedad de no tener demasiados participantes al
comienzo; cuando son muchos, no es claro quién es quién.
Eso sí, con excepción del paisa negro que es un showman y
se hace notar… sí o sí.
Ahora bien, si ha esto se le suma el hecho de integrar a un
personaje como Osmín que, aparte de su pose de chico malo, no tiene nada más,
podría decirse que de elementos diferenciales con las ediciones anteriores…
¡hay bien poco!
Por cierto, con respecto al entrenador de los desterrados, lleva
varios años remando en canales latinoamericanos para tener un programa llamado “El
método Osmín” , claramente no da para que lleve el peso de un programa.
Lo curioso de todo esto y para cerrar este artículo, es que ese
personaje se va a volver protagonista en esta edición de El Desafío y no
porque haya sido una apuesta de los productores, sino porque no sabrán
administrarlo.
Una reflexión básica al respecto… ¿Los protagonistas no deben ser
los participantes? Amanecerá y veremos si la intuición atina o falla.
P.D.: El cambio de presentadora
no me disgusta y creo que Catalina Aristizabal encaja en el personaje Host de para este reality.
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