viernes, 13 de enero de 2017

¡Los lanzamientos al vacío de Caracol!

Por: Guillermo Zafra-yiyozafra@gmail.com


Nada de lo que se haga con anterioridad, para escoger qué programa a producir, puede asegurar si éste tendrá o no éxito, si el público lo abrigará o no con el respaldo del rating.


La razón de hacer televisión es para que el público tenga acceso al entretenimiento (esto en el caso de la televisión comercial que tenemos en Colombia), se dan por descartados los fines educativos y culturales que puede tener como medio de comunicación.


Ahora bien, la medida que respalda o no la acogida del público a un producto es el rating y, hasta el momento, por más que se debata o no, es la única medida que rige al mercado y a la industria. Con los recientes lanzamientos de Caracol, Colombia’s Next Top Model- CNTM y Polvo carnavalero, se podría decir que el rating está de su lado, pero qué significa haber estrenado estos dos productos con cifras de 8.8 y 10.2 rating personas respectivamente?


Dadas las condiciones y los números alcanzados por RCN, significa que obtuvieron el segundo y tercer lugar del rating, aunque el primero no preocupe porque es del mismo canal y se trate de Sin senos sí hay paraíso.


Más allá de lo que signifiquen los puestos y los números y, claro, las preferencias de los televidentes, vale la pena mencionar que estos dos productos dejan mucho que desear y nos ponen a pensar sobre qué es lo que siguen produciendo los canales. Tanto Colombia’s como Polvo son productos que no proponen nada nuevo, que no retan y que se miden por lo bajo.  


En el reality, si bien el universo (contexto) es una excusa y lo que no se debe perder de vista es que se está haciendo un programa de televisión, también es cierto que mantener la narrativa dentro de ese universo es lo que le da verosimilitud.


Para que sea más claro, hacer un reality sobre modelos no significa que para el canal sea determinante realizar el sueño de los concursantes, se cumple con el premio, pero no hay compromiso con el sueño. Para el canal lo determinante es hacer un producto de televisión, porque el compromiso vital es con el televidente, no con el concursante.


Lo que me llama poderosamente la atención es cómo, para justificar lo dramático, que tanto le gusta al público y que nunca reemplazará lo dramatúrgico, se están pasando por la faja la verosimilitud, poniendo pruebas más aptas para un programa de aventuras, que para el universo de una carrera de modelaje. 

Desde mi punto de vista, lo que pasa en términos de las pruebas en Colombia’s Next Top Model es totalmente gratuito, no tiene asidero en lo narrativo. Seguramente generan impacto sobre la audiencia, pero se olvidan de que, por más televisión que sea, debe haber narrativa.



Del otro lado está Polvo Carnavalero que, como ya lo había dicho en otro artículo, es la eterna historia que hemos vistos por años en nuestra televisión (La costeña y el cachaco o Guajira por citar dos ejemplos). La idea de tomar estas culturas y ponerlas en el traje de personajes hiperbolizados que no son ni estereotipos y mucho menos arquetipos, sólo deja espacio para ponerlos en el terreno de la caricatura.


La novela está plagada de construcciones y personajes sin sentido que no dan cuenta de vidas reales. Si algo precisa la ficción, las historias, es creer el mágico puente de la referenciación, de la identificación. Ese vínculo invisible que hace que nos conectemos con las personas que viven la historia y que hace que nos interesemos en saber cómo las van a vivir. De esto más bien poco, por no decir nada.


Pero como a todo marrano le llega su nochebuena, parece que a pesar de obtener números en el rating que los deja por encima de su rival, si los pone a tambalear y lo hace porque quién más marca ahora en el horario “prime” es un producto del horario “late”.


Como dicen popularmente… el que entendió, entendió.


Es una lástima que un producto distinto y bien hecho como lo es “La ley del Corazón” tenga que cargar a cuestas el peso de una marca que está mal hace tiempo. Con este producto se puede ver con claridad que RCN tiene problemas de Branding y no de producto.


Caracol, como aquel que no quiere ver, se repite y se repite y se seguirá repitiendo eternamente, porque no le interesa innovar. Están aferrados a la máxima de que lo que funciona no hay que tocarlo, así los resultados no sean buenos. Pero, mientras se gana en una competencia de dos, no hay mucho de qué preocuparse.


A ver qué pasa cuando entre en funcionamiento la alianza CMI, Noticias Uno y RTI.

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miércoles, 4 de enero de 2017

¡RCN cambia la estrategia y Caracol no se inmuta!



Por: Guillermo Zafra-yiyozafra@gmail.com

Durante años, los televidentes colombianos nos hemos acostumbrado a que en la época de las fiestas decembrinas la televisión entre en un marasmo de contenido.



Todos los programas que ocupan la programación son reemplazados por series de corte histórico-religioso y eventos propios de la época (desde hace unos años El festival del humor y Qué Camello) El fundamento de esta decisión por parte de los canales es el rating. Está demostrado que el encendido, o sea, la cantidad de televisores que se prenden para ver televisión, disminuye considerablemente.



Frente a este hecho, los canales prefieren cambiar la programación y esperar a que el modo festivo en que se encuentra la audiencia termine, para volver a poner en pantalla la programación habitual.



Este año, Caracol repitió la fórmula que siempre se ha aplicado. Saboreando las mieles de un año más de liderazgo en el rating, no se inquietó por la decisión de su contrincante de no seguir la conocida tradición.



RCN, frente a un año de muchas dificultades y de constantes ‘baji-altos” (vale la pena alterar el término, pues la constante fueron los bajos resultados), decidió continuar con su programación habitual y no truncar el lanzamiento reciente “La Ley del Corazón”.



Si bien lanzar un producto a final de año es correr un riesgo, creo que fueron coherentes al asumirlo alterando la estrategia de programación. Seguramente, tendrán resultados distintos a los que caracterizaron el año y, posiblemente, serán fruto de haberse arriesgado.



El 2017 parece que puede ser un año en el que el canal RCN ponga en práctica una de las máximas del conocimiento popular: “para alcanzar resultados distintos, hay que hacer las cosas distintas”, no se puede seguir esperando que las cosas cambien si se sigue haciendo lo mismo. ¡Bien por el cambio de óptica!

Esperemos a que la apuesta de la vida del comandante funcione. Ese personaje tiene tanto de ancho como de largo!



Por el lado de la competencia, Caracol parece no estar muy inquieto con el tema, no solo mantuvieron la estrategia, sino que parece que los números alcanzados en el rating durante el año lo hacen sentirse sólido en su puesto de ganador.



Lo que parece que no están viendo muy de cerca es que ser el primero del año con una pérdida tan importante de audiencia, como la que tuvo en promedio el canal, es más para preocuparse que para celebrar.



Si bien RCN tuvo un año, por no decirlo menos, malo, también es cierto que hizo varios intentos que seguramente estarán marcando el nuevo rumbo. No está de más ver lo que pasó con “Hasta que te conocí”, “Bloque de Búsqueda”, y,  sobre todo, con “Yo soy Bety, la fea”.



Muchos podrán argumentar que, así como hay esos pequeños aciertos, la cantidad de descalabros durante el año fueron numerosos, y están en lo cierto; pero cuando uno va perdiendo la carrera o la pelea, cualquier golpe que acierta es ganancia y aprendizaje.



Y si lo vemos a la luz de los estrenos para arrancar el año de Caracol, pareciera que las cosas comienzan a tomar otra cara. “Polvo Carnavalero” la novela que surge de la película y que claramente es, otra vez, la historia de la costa contra el centro del País conciliada por el amor. Es inevitable pensar en “La costeña y el cachaco” de RCN que tuvo buena acogida en el público.



Por otro lado, anuncian “Colombia’s next top model”, que en años anteriores no ha tenido mayor impacto y sirvió como ejercicio comercial para elegir a las famosas chicas de una marca de cervezas. Y para completar el panorama “Yo me llamo”, un concurso que el público conoce muy bien y que ya lleva varias ediciones. A esta altura uno se pregunta si Caracol lo único que sabe hacer es concursos de canto y “El desafío”.


Inicia un nuevo año en el que RCN deberá, por fin, demostrar que también tiene con qué volver a ser el líder del rating, y Caracol confirmar si su reinado es porque hace las cosas bien o porque, definitivamente, su competidor es muy débil.


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