miércoles, 19 de julio de 2017

¡RCN a brillar con un show de las estrellas…apagadas!



Por: Guillermo Zafra-Facebook: @RicondelCitrico

Sin pena ni gloria, llegó al canal RCN el muy nombrado Show de las estrellas,  un programa musical casi tan antiguo como Sábados Felices.

La primera pregunta que uno se hace es: ¿por qué llegó un programa que estaba en el canal uno y por qué toma éste el horario prime de los sábados en la noche? Pues la respuesta es más que obvia: para competir con el indestronable programa de humor del Canal Caracol.

En el recuento histórico, RCN ha hecho múltiples intentos por competir en esta franja con Sábados Felices y lo ha hecho con programas de distintos géneros. Seriados de ficción, programas de entretenimiento (películas, formatos de Impro, concursos) y hasta periodísticos desfilaron en el horario sin que el canal se sintiera a gusto con los números alcanzados.

Quizás uno de los que más pelea dio fue Duro contra el muro (DCEM), formato de entretenimiento de origen japonés que mezclaba el humor y los concursos al mejor estilo de Telematch, el programa con pruebas de gran formato que enfrentaba poblaciones alemanas por un premio en dinero que servía para algún proyecto de orden común.

DCEM duró varias temporadas al aire que sumadas pudieron ser entre 3 y 4 años. Aunque sus números nunca superaron los de Sábados Felices, lo que sí es cierto es que el programa logró tener una audiencia fiel que lo seguía.

Mal que bien, logró armar nicho en el público. Pero como era una franquicia producida por Teleset, seguramente sus costos terminaron por determinar su salida del aire-RCN; en estos casos, prepondera la rentabilidad que la construcción de marca.

Sin embargo, el canal siguió manteniendo la ilusión de sacar algún producto que le quitara el reinado de más de cuatro décadas a su competidor, pero su lucha en los últimos años ha sido infructuosa.

Cansado de invertir en productos de distintas índoles y de hacer intentos con diferentes productoras externas, decidió que la mejor opción era competir con un programa que tuviera la misma tradición y acogió al  desahuciado Show de las estrellas (SDLE), que estaba condenado a desaparecer con la adjudicación que se hizo del canal uno.

Ahora bien, la apuesta ha dado resultados que están por debajo de los números que alcanzó en su momento DCEM, pues las primeras emisiones estuvieron coqueteando con los 3 puntos de rating personas frente a los 9 de su competidor, pero en las últimas el rating ha caído por debajo de los 2 puntos.

Por más que hayan renovado estéticamente el set, hace mucho tiempo que la televisión evolucionó y mostró lo débil y flojo de un formato como el SDLE, entonces por qué busca RCN abrirle un espacio que ha querido colonizar durante años.

Podría decirse que el canal pensó que después de tantos intentos fallidos el único argumento que le faltaba probar para la aceptación del público era la tradición y seguro se convencieron que eso era más que suficiente para poner a Jorge Barón.

Con esto en mente, si RCN tenía la esperanza de que ganaría en el enfrentamiento, no tienen la más mínima filiación con el público y lo que le gustaría ver en un horario como ese y, mucho menos, criterio para ver que la televisión evolucionó hace mucho tiempo como para sostener una narrativa como esa.

RCN llevó SDLE a su programación porque era rentable, porque vende, porque Jorge Barón ha vivido de ese programa hasta en las peores crisis de la televisión y, ahora que no tenía ventana, el canal vio la oportunidad de poner el espacio de los sábados a producir dinero.

Bien por el canal, porque logró rentabilizar el espacio como les gusta; ¡muy mal, como casi siempre, porque cada vez están más perdidos y alejados de las preferencias de la audiencia!

viernes, 7 de julio de 2017

¡Pambelé… A otro nivel!

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Por: Guillermo Zafra-yiyozafra@gmail.com




En muy pocos días, se vendrán en el horario prime de los dos canales privados sus nuevos lanzamientos: Pambelé y A otro nivel.


RCN hace la apuesta por (cómo decirlo sin que suene repetitivo…) centésima cuadragésima tercera vez una Bio-novela. No ha terminado la de la competencia y deciden apostarle a una historia de vida, en este caso la de un boxeador.

Lo primero que hay que decir es que esta novela fue producida entre 2014 y 2015. Esto quiere decir que es un producto que ha estado guardado por más de un año en los archivos del canal.

Surge la pregunta: ¿por qué? Pues bien, la respuesta es la más obvia que uno se pueda imaginar. Los canales suelen guardar productos, porque no llenan sus expectativas internas. Los someten a focus group (pruebas de aceptación) tanto con miembros del canal como con público general y, dependiendo de la respuesta que se obtiene, se elige el momento de enviar el producto al aire.

Pambelé ha estado guardado, lo que quiere decir que es un producto al que el canal no le tiene Fe… y razón tienen. En la historia reciente, se podría  mencionar a Las Santísimas como ejemplo de lo que es un producto que ha estado guardado y que definitivamente no funcionó.

Ahora bien, uno podría preguntarse qué sentido tiene hacer una Bio-novela de un boxeador, del cual para tener una mediana referencia se necesita estar por encima de los 40 años.

Imagínense qué deben saber los millennials del señor Cervantes “Kid Pambelé”. Y si el cuadro se quiere hacer más dramático, hay que sumarle que el reparto es, en su gran mayoría, desconocido o con muy poco cartel.

Sin contar los comentarios de pasillo en los que el producto tuvo líos de derechos por parte de su casa productora 11:11 y las múltiples versiones que se hicieron en edición porque la historia no lograba ser orgánica

¡Blanco es y frito se come! Ya veremos cómo se comporta el rating, pero pareciera que hará alusión a la adivinanza.

Por el Lado de Caracol, volverán a su fórmula acostumbrada de cada cuatro meses, es decir, un programa de concurso musical. Concurso porque de reality más bien poco o nada.

Nuevamente veremos en pantalla un formato creado en el canal que les da muchos resultados en ventas internacionales, pero que es bastante pobre en su propuesta televisiva.

Yo me llamo, La voz, La voz Kids, Mi nombre es…, etc., etc. Todos son la misma perra pero revolcada!

Caracol se acostumbró a hacer una sola cosa en términos de entretenimiento y a cambiarle el nombre y la escenografía, porque si hablamos de formatos y propuestas narrativas no hay diferencia.

A otro nivel seguramente tendrá los números para que el canal y sus productores estén tranquilos y nuevamente serán los líderes de la franja triple AAA, mientras en la competencia se seguirán preguntando qué está fallando.

Así que, si los televidentes esperan que algo cambie en nuestra televisión, desafortunadamente deberán seguir esperando, porque tanto audiencia como productores están cómodamente repitiendose sin mayor esfuerzo.

Una dato extra. Frente al artículo de Soldados 1.0 y sus buenas curvas de los primeros capítulos, muchos pensaron que el programa tendría un nivel de audiencia distinto al predicho por este blog. Pero, tal y como se anunció, ese “formato” no tenía nada para generar audiencia y sus números solo fueron el arrastre del final de La ley del corazón.

Alguien se enteró que ya  hay personas del común en ese programa?

¡Quienes le apostaron a ese formato, se equivocaron de cabo a rabo!.