Por: Guillermo Zafra-yiyozafra@gmail.com

El porcentaje de la población que tiene
acceso a internet de manera permanente en la categoría "on demand"
no supera el 25% de la población. Sin embargo, el bajo porcentaje que
tiene la fortuna de poder entretenerse con el contenido de la red, cada vez lo
consume más. Esto quiere decir que aunque no hay una competencia directa, sí
hay una competencia cada vez más especializada y más dura de afrontar.
Los canales privados saben que hay un
público que está en la red y es un público que consume estructuras narrativas
tradicionales y que aún no lo ha abandonado del todo. Es decir, de alguna
manera se echa de vez en cuando una ojeadita por la pantalla tradicional. Quizás por esa razón, los canales, han
visto la necesidad de tener a disposición, en streaming los mismos programas
que emiten en su programación habitual de señal abierta.
La plataforma que ha logrado
posicionarse en las predilecciones del público es, sin duda, Netflix. Por un
valor mensual que oscila entre los quince mil y los treinta mil pesos, se puede
acceder a todo el contenido.
El usuario tiene la oportunidad de ver
lo que desea, a la hora que desea, en el dispositivo que desea y de ñapa, con
el soporte de un software que ha estudiado sus elecciones y con base a ellas,
le ofrece opciones similares, minimizando el esfuerzo de la búsqueda y elección
del contenido.

Pero más allá de su mercado natural que
es internet, ha llevado paulatinamente a los televidentes con capacidad de
compra hacia el mercado de la red, utilizando los televisores como su escenario
de batalla.
Esta plataforma no sólo ha capturado a
su mercado natural, sino que ha logrado entrar en competencia con el mercado de
la televisión abierta y lo mejor de todo, sin pensar en los anunciantes, solo
en los usuarios. Los canales privados para no dejar que
el mercado se disperse ante ofertas como la de Netflix, ofrece en sus páginas
web la opción de poder acceder a sus contenidos, es decir, han entendido que
deben dar la pelea.
Lo que no han entendido hasta el momento
es en cómo darla y cómo la consume quien está acostumbrado a hacerlo por ese
canal de difusión. Todavía siguen pensando que se trata de pasar de la pantalla
a la red. Por eso la experiencia de ver un
capítulo de cualquier serie o programa que esté al aire por internet no es una
experiencia, es una tortura.
Los canales pasan por alto el principio
básico del consumo por internet: se trata de una elección y del control de esta
por parte del usuario. Los canales en cambio, rompen los capítulos a madrazos
con información comercial.
El usuario se ve obligado a ver la
información publicitaria metida sin la menor consideración de si es un punto
adecuado para romper la narración o no, así que tiene que sufrir que le despedacen
su interés en la historia.

No sólo en un par de ocasiones, cada vez
más, los capítulos se llenan con cinco y seis de estos cortes que además tiene
una variación excesiva en el volumen, siguiendo el mismo protocolo de lo que se
hace al aire. Una vez más, es streaming, ¡no televisión! ¡La gente accede en la
mayoría de los casos a este contenido con audífonos, por dios! Y si el panorama no es desolador y no se
han sentado a ver qué es lo que hace la competencia directa con los contenidos
en internet, hacen tandas de comerciales repetidos, unen en un "corte
comercial" dos y tres veces el mismo pautante.
No hay peor ciego que el que no quiere
ver. Los canales piensan que están poniendo un pie en internet al poner sus
contenidos y no hay mayor equivocación que querer hacer lo mismo que hacen en
su pantalla. Pero aún más equivocados, están los anunciantes que no ven lo que
está pasando con sus piezas publicitarias y desconocen el enorme rechazo que
produce su inclusión en la visualización.
Si lo que importa es el reporte de emisiones y reproducciones, creo que están mirando los indicadores equivocados. El streaming, sin duda, es una experiencia que le da poder al usuario y valora su decisión con respeto, y de eso, ¡los canales y los anunciantes están viendo muy poco!
muy buen articulo
ResponderBorrarGracias por leerlo!
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