viernes, 2 de septiembre de 2016

¡RCN: 6.9 y 6.3 las notas de un estudiante malo!




Por: Guillermo Zafra-yiyozafra@gmail.com


6.3 y 6.9 fueron los números del rating para los estrenos del canal RCN Todo es prestao y Sala de urgencias 2 respectivamente. Ya no parecen los números que reflejan la audiencia sino las calificaciones de un estudiante malo.



Insistir en la misma fórmula hasta el cansancio, parece ser la única estrategia de programación de RCN y eso que ya corren nuevos vientos en el departamento de programación del canal.



No se necesita ser muy conocedor, ni tampoco un experto para saber que… ni tan poquito que no alumbre, ni tanto que lo queme. Es claro que la bionovela ya está agota y hay que dejarla descansar.



Si haber tenido un tímido 6 en pleno lanzamiento del horario triple A no es la comprobación de que el género ya está desgastado y es hora de dejarlo de lado, todavía pueden intentar con Pambelé!



De todas maneras, no estaría de más que siguieran un consejo… guárdenla por un muy buen tiempo, más del que lleva en la bodega, porque si la tienen guardada es porque no le tienen fe y si a esa no le tienen fe y a las que programaron sí… ¿imagínense cuáles serían los resultados?



La historia de Galy tal vez no sea la mejor, pero, desde mi juicio, vale la pena contarla. Ahora, la pregunta es cómo y cuándo. Y ahí, como cosa rara, es donde fallan.



Todo es prestao tiene la intención de ser una bionovela con humor y la han planteado de esa manera, pero como suele pasar en esas apuestas, la línea que separa el humor de lo ridículo es muy delgada. Si no se sabe cómo hacerlo, se termina pisando el segundo terreno pensando que se está parado en el primero.



Ya las redes, desde que salió la campaña de promoción, han hablado con mucha creatividad de la caracterización de Bryan Moreno, sin duda la peluca parece la comprobación de que se quería ser ridículo.



Además de lo mencionado, lo único en lo que vale la pena hacer énfasis, es la inclusión del elemento de narración directa y ruptura de cuarta pared, es decir, cuando el protagonista se sale de la historia para dejar de ser personaje y pasar a ser narrador. ¿Se les ocurriría viendo House of cards en Netflix?



No sé si la maestría con que lo hace Kevin Spacey tenga algo que compararse con una idea de libreto, con un actor que apenas comienza. Mucha tela por cortar al respecto y, en mi opinión personal, ni aporta en lo narrativo ni está bien hecho en lo dramatúrgico.



Así llegan las nueve de la noche para entrar a ver el segundo lanzamiento “Sala de mentiras” perdón Sala de urgencias 2. Sin duda yo le cambiaría el nombre.



Este producto sí que tiene bien poco que rescatar y lo que más extraña es que la primera temporada no estuvo mal y tampoco tuvo un rating tan bajo. Quizás por eso, se suponía que el producto tenía ventajas en la segunda edición. El camino ya era conocido y recorrido.



Pero como si se les hubiese olvidado lo que habían hecho en la primera temporada, la serie comenzó con una muy marcada característica… todo se resuelve por arte de magia.



Una historia tiene, básicamente, un planteamiento, un desarrollo, un clímax y una resolución. Pues bien, en Sala de urgencias hay planteamiento y resolución de los casos. De desarrollo y clímax… más bien poco, por no decir nada.



Se queda uno pensando si es un problema de edición, lo cual revelaría que hubo muchos problemas con el material en grabación, pero, si es un tema de libreto…, ¡perdimos el año!



Vemos como el lesionado entra al hospital y mágicamente ya está atendido o pegado el dedo o ya descubrieron que se está haciendo el de las gafas para esconderse de la mujer, etc., etc. Para los que no entienden los ejemplos, no importa, igual quedamos los que vimos el capítulo… ¡no entendimos nada!



Si los conflictos y las situaciones están contadas así en todos los capítulos, esta será una serie que muy pronto llegará a cuidados intensivos.



Aunque tengo colgado un artículo sobre Sin tetas si hay paraíso, era inevitable escribir sobre los lanzamientos de RCN, pues los estrenos de las diez de la noche de la semana pasada (En la boca del lobo e Hilos de sangre azúl), tuvieron tan bajo impacto, que aún muchos ni se enteran que están al aire.



Con esos números ya pueden estar seguros que perdieron el año y, una vez más, a pensar en el siguiente a ver si por fin… ¡aprenden y dejan de repetir los mismos errores!







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