Por: Guillermo Zafra-yiyozafra@gmail.com
RCN, hace algunos días, hizo el lanzamiento de su nuevo producto de apertura en el horario late. La historia del polémico presidente venezolano que se hizo célebre por su particular forma de ver la política tanto local como internacionalmente.
Más allá de las consideraciones éticas sobre si este personaje
merece o no que su historia de vida sea contada como programa de televisión,
vale la pena detenerse en lo puramente audiovisual.
El comandante, en sus primeros capítulos, pero en especial en el de estreno, tuvo
fuertes debilidades en la estructura narrativa. Si bien éste es un personaje
muy conocido, no se puede asumir que la mayoría de los televidentes conozcan
sus antecedentes.
No hay peor error que intentar contar los hechos de un personaje
tan flemático como éste, si no se conocen las motivaciones que dispararon su
proceso.
Con pequeños flashbacks insertados a la fuerza, se intenta contar
un pasado desarticulado que al final no se entiende. La versión internacional
fue mucho más consciente de la importancia de contar el sustento emocional que
motiva al protagonista, pero la versión de RCN se equivocó de cabo a rabo.
Ahora bien, desde mi punto de vista, éste es un error de enfoque,
de lectura de contexto. Quiénes tenían la responsabilidad de decidir que se
cuenta y que no, optaron por lo que consideraron políticamente correcto y no
por lo que narrativamente era estructurado. Al final, el desacierto no se hizo
esperar y el rating resultó ser una hecatombe.
Como creador de contenido y libretista, no alcanzo a imaginar el
desconsuelo de quienes escribieron la serie, al ver el resultado que se puso al
aire en el canal nacional.
De otra parte, y en lo personal, creo que el trabajo de interpretación
de Andrés Parra no es contundente, de hecho, parece que su interpretación fue
una parodia y eso, en términos narrativos, es quitarle toda la verosimilitud al
protagonista. Mejor dicho, si así es con el personaje principal… —como diría la vendedora de rosas—, ¡para qué casa si no hay
zapatos!
Ahora bien, si cambiamos de foco y nos ponemos a pensar qué motivó
contar una historia como la de Chávez en nuestra televisión, en lo personal, no
le encuentro ningún asidero lógico.
Este es un personaje que no tiene arraigo en nuestro país y que
sus múltiples acciones, en la gran mayoría de los casos, generaron profundo
rechazo en nuestra sociedad. Pensar que el solo hecho de que sea un personaje
reconocido lo hace atractivo, nuevamente es un gran equívoco.
Pero pensar que la motivación para hacer un producto domo El comandante para la televisión
colombiana fue esa, es perder de vista la globalización que tiene la industria
desde hace varios años.
Tenemos este producto en nuestra pantalla porque es un producto de
demanda internacional, una apuesta para varios mercados en la que RCN vio la
oportunidad de ser un socio más y no ser el único doliente del esfuerzo
económico.
Al final, era una apuesta, un tiro al aire a ver si caía en la
diana y podían sacar un poco de rédito económico y provecho en el rating. Pero
los números claramente indican que a la hora de tomar decisiones en televisión,
la rentabilidad y joint venture (alianza
estratégica) no son los factores determinantes.
A ver si con este nuevo descalabro, RCN entiende que el mercado
colombiano, su gran gallina de los huevos de oro, no puede ser tratado como
marrano antes del sacrificio. O se pone serio y produce para ser líder o
intenta recoger monedas para meter en la alcancía.
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Buenas tardes:
ResponderBorrar"El Comandante" es la producción que RCN NO necesitaba, ni le servía, ni nos interesa ver. Un canal que lleva semejante mala racha en términos de rating, y van y se "enhuesan" con un producto al que no supo respetar (debió emitirse igual a la version de TNT) y al que ya se le sabe su futuro final: La franja de las 11, la del exilio de lo que, se sabe, no tiene rating. El habitual "córranse que atras hay puerta de salida" que impera en RCN desde hace años.
Nadie entendió como, un canal tan archiantichavista, se le ocurre pasar este producto. O bueno, sí, para ridiculizar aun mas a Chávez. El papel de Parra es un flop de cabo a rabo, y no precisamente por las cifras de rating. Y, a título personal, mi campaña del apagatón de las 10 pm lo tiene como víctima colateral.
En fin, El Comandante es esa producción que nadie extrañará y que sigue enlodando el expediente de un canal que sigue dando pasos resbalosos rumbo al fracaso. Hasta Señal Institucional debe tener mas rating.