Un nuevo estreno del canal RCN y un nuevo descalabro. Esta era la gran apuesta del 2017 en términos
de ficción y no era para menos. En el elenco el regreso de Ana María Orozco, Carmenza
Gómez y Jairo Camargo, en los libretos una historia del sello de éxito de
Fernando Gaitán y en la dirección Rodrigo Triana.
¿Qué es lo que le pasa a un canal con tanta experiencia y
tradición?
La respuesta la habíamos mencionado hace más de un año en el
artículo RCN una marca que no marca (ir al artículo) En éste, lo que se planteaba
era el problema de marketing que tiene el canal.
Aunque al interior del canal ésta es una verdad a gritos, hay una
resistencia enorme por parte de quienes toman las decisiones para hacer el
cambio real que necesita la marca.
RCN está apegado a fósiles que no mueven nada ni en las viejas
generaciones ni mucho menos en las nuevas. El esquema y los presentadores de
programas como Muy buenos días y ahora el Show de las estrellas deja
la claridad de que, para el canal, la prioridad es apostarle a lo viejo
conocido que vende.
Pero, más allá de esos programas, el canal tiene una crisis en lo
más sensible de su estructura de programación: los noticieros. Esos programas
que están en la parrilla y que son inamovibles, que van los siete días a la
semana en cuatro oportunidades al día, no mueven, no convencen; desencantan y
ahuyentan.
Qué puede esperar el prime si el arrastre del noticiero es nulo y
la competencia lo dobla en audiencia.

La semana para RCN comenzó con la alegría de que su producto
estrella La Ley del corazón llegaba a su final y conforme a lo que
merecía fue el programa más visto.
Ahora, frente a un panorama de estreno con 8 puntos de rating, lo
que sigue es esperar como el producto bajará el promedio y el canal seguirá en
su marasmo.
Como siempre, las estrategias serán publicitarlo hasta el
cansancio en todos los programas de la parrilla, con la idea de que eso lo hará
subir, o incrementar los posters en los paraderos de la ciudades o aumentar el
canje de la cuñas radiales con RCN radio.
Estrategias que han usado hasta el cansancio y que solo han tenido
eco con productos que, por lo que significan culturalmente han
funcionado, como lo fue en el caso de Diomedes.
Los estrenos de RCN resultaron la mejor estrategia de programación
para Caracol. Soldados 1.0, tal y como lo había mencionado en el
artículo anterior, estaba beneficiándose del arrastre del final de La ley
del corazón y ponía en evidencia lo desgastado que está El desafío.
Ahora, con el estreno de NOMN, el reality ha quedado como
el producto que más le ayuda a la franja prime, pero, a su vez, ha quedado
condenado a no llevar sus números más allá de los 9 puntos y a Caracol a
extender un reinado que parece no tener fin y que claramente es inmerecido con
los productos que tienen en el prime.
En la tierra de los ciegos, ¡el tuerto siempre será el rey!
Todos saben lo que deben hacer, pero nadie lo quiere afrontar.
¡RCN eligió patear siempre la misma piedra y ya no siente dolor!
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